martes, 10 de febrero de 2015

¿Qué son los refuerzos?¿Cómo los utilizamos?

¡Hola! ¿Cómo ha ido el fin de semana?

Hoy es la primera publicación de esta nueva etapa del blog de Leluca y, no te voy a engañar, estoy un poco nerviosa, porque quiero que te guste lo que te cuente y espero que te resulte interesante. 

Hoy quiero hablarte de un mecanismo psicológico que ponemos en marcha todos los días, de manera consciente o inconsciente, y que es muy básico en psicología: el refuerzo.

¿Sabes lo que es el refuerzo? Es, básicamente, premiar a una persona por algún comportamiento. 

¿Crees que no lo usas diariamente? Después de leer esto, reflexiona sobre ello, y te darás cuenta de que sí lo haces. De manera inconsciente, lo usamos prácticamente en todo momento. 

Aunque no quiero darte una clase magistral de refuerzos, sí quiero explicarte algo muy sencillo que te ayudarán a entender por qué digo esto. 

Hay dos tipos de refuerzos: positivos y negativos.

Los positivos consisten en dar algo a tu hijo por algún comportamiento que haya tenido, haya sido bueno o malo.

Por ejemplo, si se ha portado bien en el médico, y después, por su buen comportamiento, le compras un cuento o veis juntos una película que le guste, le estás premiando ese comportamiento en el médico.

Pero también le estás reforzando, aunque lo hagas sin querer, cuando empieza a corretear por el supermercado, y le das un caramelo para que se tranquilice.

Y los negativos los utilizas cuando, ante un comportamiento bueno o malo, tú le premias quitándole algo que le desagrada.

Por ejemplo, si tu peque se ha portado bien y le premias sin tener que recoger él todos los juguetes, entonces le estás reforzando ese comportamiento.

Pero también si a tu hijo no le gustan las verduras y te monta una rabieta cada vez que se las pones en el plato, y entonces tú se las quitas dándole otra cosa para comer, le estás reforzando también su comportamiento.

Cuando reforzamos un mal comportamiento, sin pretenderlo, con nuestros actos le estamos diciendo "si te portas mal, te doy un premio", es decir, "si corres por el supermercado, te doy un caramelo" o "si montas una rabieta, te libras de comer las verduras".

Por ello, es muy importante que seamos muy conscientes de nuestros actos, ya que, con ellos, aunque no nos demos cuenta, estamos potenciando comportamientos y actitudes de nuestros hijos, tanto los que nos gustan como los que no.

Durante esta semana, vamos a tratar de ser muy conscientes de nuestra forma de actuar en relación con nuestros peques, para darnos cuenta de los mensajes que les estamos enviando, y así evitar enviarles aquellos que puedan confundirle.

La próxima semana veremos alguna estrategia que podemos utilizar para potenciar el buen comportamiento de nuestros peques y reducir el que no nos parezca tan adecuado.

Déjame tu comentario más abajo. Cuéntame si te ha gustado la publicación, si crees que envías mensajes contradictorios o no, qué mensajes son esos y en qué situaciones, etc. ¡Quiero escucharte!


Un abrazo,


Marta

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